Todo comenzó con una serie de huelgas estudiantiles en numerosas universidades e institutos de París, a los que se sumaron también los obreros. Muchos vieron los hechos como una oportunidad de cambiar la "vieja sociedad" en su estructura básica.
Las motivaciones fueron el deseo de cambiar la forma de vivir en este mundo. Hacer una sociedad de personas libres y plenamente desarrolladas, una utopía que por primera vez alcanzó resonancia como movimiento social. Las demandas hablaban de Vietnam, de los métodos educativos, de la libertad sexual, del antiimperialismo, mejoras salariales, etc.
En está época un medio eficaz para la difusión de las ideas fueron las murallas de la ciudad, los grafitis y las declaraciones de los dirigentes apuntaban a un sueño fuertemente utópico; estás frases son signo de esperanza, de voluntad libertaria, de energía joven que no deben desaparecer del consciente colectivo.
Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar.
Sean realistas: pidan lo imposible
Es necesario llevar en sí mismo un caos para poner en el mundo una estrella danzante (Nietzche).
El patriotismo es un egoísmo en masa.
Nuestra esperanza sólo puede venir de los sin esperanza.
Gracias a los exámenes y a los profesores el arribismo comienza a los seis años.
Prohibido prohibir. La libertad comienza por una prohibición.
La novedad es revolucionaria, la verdad también.
Queremos las estructuras al servicio del hombre y no al hombre al servicio de las estructuras. Queremos tener el placer de vivir y nunca más el mal de vivir.
Y sin embargo todo el mundo quiere respirar y nadie puede respirar; y muchos dicen respiraremos más tarde. Y la mayor parte no mueren porque ya están muertos.
En los exámenes, responda con preguntas.
No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos.
No hay pensamiento revolucionario. Hay actos revolucionarios.
Desabrochen el cerebro tan a menudo como la bragueta.
Yo me propongo agitar e inquietar a las gentes. No vendo el pan, sino la levadura. (Unamuno)
No queremos un mundo donde la garantía de no morir de hambre supone el riesgo de morir de aburrimiento.
La sociedad es una flor carnívora.
Un pensamiento que se estanca es un pensamiento que se pudre.
La imaginación al poder.
No le pongas parches, la estructura está podrida.
Los que hacen las revoluciones a medias no hacen más que cavar sus propias tumbas.
No vamos a reivindicar nada, no vamos a pedir nada. Tomaremos, ocuparemos.
El patrón te necesita, tú no necesitas al patrón.
Están comprando tu felicidad. Róbala.
De ahora en adelante, sólo habrá dos clases de hombres: los borregos y los revolucionarios. En caso de matrimonio, esto producirá "borregolucionarios".
En una sociedad que ha abolido toda aventura, la única aventura que resta es abolir la sociedad.
La humanidad no será feliz hasta el dia que el último burócrata sea ahorcado con las tripas del último capitalista.
